Blogia

boasondas

martes 23 de noviembre 2004



Me llega un mensaje al movil con el nombre de una playa, seguido de una frase: "la polla de bezoya". Bien. Tan escueto y misterioso mensaje sólo podía significar una cosa: Había un baño que te cagas, basicamente. Así que me escapo del trabajo quince minutos antes y llego a la playa. Nadie en el agua. pegado a la roca y sobre una lastra oculta por la marea alta rompe una izquierda algo asesina. Una take off casi imposible para dejar paso a una pared quedona. La gente esta fuera esperando " aver cuando baje. Por la mañana en media marea estaba perfecto". A los veinte minutos empieza a verse la cosa clara. La lastra se deja ver en las cucharas y la ola es larga y vertical. El resto es ya un clasico para mis recuerdos. Sólo decir que llegué una hora tarde al curro.

laminas para K (1)

Algunas están sin marco, por lo que es más difícil hacerse una idea





































lunes 13 y martes 14 de ocubre de 2004



la playa atómica. El lunes Tubos por un tubo. El martes mal.

El verdadero espíritu del surf



El surf es un reflejo de la vida. Las grandes ciudades en los grandes países con sus grandes atascos, con sus gentes desesperadas, irritadas, en picos agresivos, con los aparcamientos enfrente de la playa llenos de coches con la música a todo volumen mirando el mar sin escucharlo. Marcas de surf y última tecnología aplicada a su material. En las zonas rurales, en los países menos desarrollados el caos no existe ni en el agua ni en la vida. En los países pobres las ciudades son caóticas pero viven con ello, hay una armonía. La gente llega a la playa y te sonríe. Sonríe al llegar al pico y te dan la bienvenida cuando tu llegas. La calidad de vida no está en lo que tienes, sino en lo que piensas.

localismo II



"Localism sucks, but localism works", (”el localismo apesta, pero el localismo funciona”), escribía, hace algún tiempo, Steve Hawk en Surfer. No entiendo como se puede pensar que ese concepto que está absolutamente en las antípodas del verdadero espíritu del surf, puede, de algún modo, funcionar. El localismo exacerbado nos hace recordar el concepto de “prohibido”. El moralismo de unos cuantos a través de la lógica del castigo es un atajo para el pensamiento, que substituye al respeto y buen sentido que evitaría tantos problemas. A final de cuentas, quienes somos, sino meros pasajeros en las ondas, en un ciclo absurdamente gigante generado por la naturaleza? Somos demasiado pequeños para ser aun más pequeños. Bastaría un minuto. Un minuto para pensar que estamos todos en el mar porque es allí donde nos sentimos bien. Un minuto para pensar que los otros, después de todo, son como nosotros. Y que mañana, los otros podemos ser nosotros. El Surf no es disputa, es disposición. Buena disposición, Buena actitud, buenas vibraciones. Que la natural etiqueta de comportamiento dentro del agua no sea substituida por reglas absurdas o comportamientos primitivos que distorsionan el verdadero espíritu de este fantástico estilo de vida, asentado desde hace muchos años en el más puro respeto, no sólo por el mar y por las olas, sino también por los demás . Y que, en el fondo, todo es tan simple como esto: las olas, no siendo para todos, no son, verdaderamente, de nadie. Paz.

(Publicado en la revista Onfire)

Puente de la constitución 2004



Frio. Muuuucho frio. Llegamos a la playa con la marea casi baja. Buenas olas peinadas por un viento moderado. Bajadas de dos cuerpos y paredes lisas y largas. Pero sólo tres personas disfrutandolas. Hay gente fuera mirando como rompen. Nos bajamos del coche y ya sentimos el viento helado en las orejas. "No os echais?, tiene buena pinta" "ya estuvimos pero es imposible aguantar más de una hora con este frio" ya será para menos. Hemos surfeado en madrugadas con la arena blanca de helada y ahora nos vienen con mariconadas.. ¡¡¡pero si hace sol!!! Nos cambiamos rápido y entramos y... nos helamos. Durante una hora pillamos muy buenas olas. Izquierdas potentes en un pico que cualquier canario diría que es de roca, pero no, resulta que es de arena. Uno de los mejores picos de Galicia con NE. Las derechas son buenas pero el sol las ciega y una vez que las bajas sólo ves una potente luz que te ciega. Despues de una hora, ya no noto los pies y sacar una mano del agua es destinarla a la congelación. Nunca tuve tanto frio en un baño. La nuca sufre la peor parte al estar enfrentada con el viento en las esperas entre serie y serie. No es que hiciera mucho frio, es que el viento era helado, que es diferente, y peor.

miércoles 1 de diciembre de 2004. Por fin



Hola maretón. LLevamos meses esperandote.

asi nos ven



"SANTIAGO: (Mirando por fin a Juan, como si lo estuviera creando con la mirada)
¿Realmente dedicaba su vida a correr olas? ¿No le daba vergüenza?

JUAN:
¿Vergüenza? Al contrario. Me da orgullo, me gusta, me pone feliz. ¿Por qué me daría vergüenza? ¿Qué tiene el surf de malo? ¿Qué tiene de malo hacer tabla en Miraflores, en Hawai, en Australia, en Indonesia, en Sudáfrica? ¡Es lo más formidable que hay! Entro al agua despacito, deslizándome, burlando las olas, me zambullo, las corto, las cruzo, las amanso, entro, entro empujado por la resaca hasta los grandes tumbos, después de la reventazón. Me monto sobre la tabla y, como un jinete que espera el disparo de la partida, voy calculando, midiendo, adivinando. ¿Cuál de esas arruguitas crecerá y crecerá y será la buena ola para bajar? ¡Ésa! ¡Ésa es! ¡Qué nervios! ¡Qué cosquillas en los músculos! ¡Qué locura del corazón! Pum, pum, pum. ¡No pierdas ni un segundo, Johnny! Me coloco en posición, espero, ahora, un manazo en el agua, ya está, me pescó, me arrastra, la agarré justito antes de reventar, salto, me levanto, me estiro, me encojo, me estiro, ahora todo es cintura, equilibrio, resistencia, inteligencia, experiencia. ¡A mí no me tumbas tú, olita! He bajado olas que podían quebrar un rascacielos, he hecho el túnel en olas que parecían cataratas, cavernas, montañas, he corrido olas que, si hubiera perdido el equilibrio, me hubieran deshecho, descoyuntado, apachurrado. He bajado olas entre arrecifes de coral, en mares con tintoreras y tiburones. Cien veces he estado a punto de ahogarme, de volverme sordo, de quedar tullido. He ganado campeonatos de surf en cuatro continentes y si no gané en Europa es porque las olas de Europa son una caquita para el surf. ¿Por qué me daría vergüenza?"

Kathie y el hipopótamo
Mario Vargas Llosa

sábado 27 de noviembre de 2004



Otra vez en la ola de moda. El mar entra del W y todos los picos están bastante ordenados. La marea se organiza para que cada playa tenga sus condiciones. Buenas olas y mucha gente. Esta semana entra maretón, pero el NW amenaza con aparecer sin ser invitado. El surf es asín.

fotos 26 noviembre 2004





del 19 al 22 de octubre. 2004



Los días se levantan helados y llenos de niebla. Desde el coche no se ve la orilla y sólo se oye el ruido de las olas. Para ver algo hay que acercarse hasta casi mojarse los píes y aun así sólo se veían las olas de la orilla. Probamos suerte y entramos. Olas orilleras con cucharas perfectas rompen sobre poco fondo y en la primera ola me como un poco de arena. Con la lección aprendida aseguro y agarro canto para bajar y desfilar por la pared silbando alegremente. La niebla se va y deja paso al sol que nos calienta la nuca. Pero el viento que se lleva la niebla también deja una brisita que estropea un poco las olas. La gente va llegando y el baño llega a su fin. Hoy también hubo niebla pero no hay olas.

sonria, por favor, le estamos vigilando







Esta es mi casa. La del tejado rojo. En la foto de arriba la casa casi no se ve. Está en el centro muy pequeñita. Lo que se ve arriba no es el mar (ya me gustaría), es un lago. El mar queda hacia la derecha, a unos 15 minutos. Hacia la izquierda también hay mar, pero no hay olas ya que está resgurdado por la ría. En la segunda foto ya se aprecia algo mejor la casa y en la tercera, la que está mas cerca, menos mal que no nos estabamos bañando en pelotas.

ayer 18 de octubre



Un buen baño en Sabón con marea alta. Viento cero y olas de un cuerpo. Yo no estuve pero que sirva para recordar lo poco que nos queda para disfrutar del surf en esta playa.

respect



Hace unos años fui a surfear un día cualquiera. Estaba todo un poco revuelto por el mar de fondo, aunque el viento peinaba las olas y el mar llegaba medianamente ordenado. El día se presentaba nublado. Gris. Pero no llovía, y tampoco parecía que quisiera hacerlo. Recorrí la costa, tantas veces recorrida, buscando el mejor lugar donde echarme, sin muchas esperanzas de encontrar algo aceptable. Llegué a una playa en donde pocas veces rompe bien, pero ese día estaba épico. Sería el pico perfecto si no fuera por una cosa: No había nadie en el pico. Miré alrededor, pero nada. Ni un alma. No solía meterme en olas grandes sin gente. No por miedo, sino por respeto y sentido común. A veces, si hay gente paseando por la playa y no está muy grande me acabo metiendo, aunque en el agua no haya nadie. Pero ese día estaba completamente sólo.

Me quedé un rato fuera con, el maletero abierto para no perder tiempo, esperando a que llegara alguien para compartir el pico. Pero nadie llegaba. No se cuanto tiempo pasó, pero quince minutos mirando como rompen olas perfectas delante de ti pueden parecer horas.

Así que me eché sólo. Era difícil entrar. Pero Entré. Era difícil coger olas, pero alguna cogí, Y era difícil abrirse el labio, pero me lo abrí.

Si en vez de darme la tabla en la boca, me da en la cabeza, a lo mejor no estas leyendo esto ahora mismo.

sin prisas



despeja tu mente

haz yoga

sonríe

mira al cielo

respira

cierra los ojos

no tengas miedo de llenarte de arena

no tengas miedo de quemarte con el sol

no tengas miedo

estírate

estalla los dedos

abre los ojos

mójate los píes

mójate la cara

surfea

seda



No es -en palabras de su autor- una novela. Ni siquiera un cuento. Es una historia. Empieza con un hombre que atraviesa el mundo y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento.

Todas las historias tienen su música. Ésta tiene una música blanca. Es importante decirlo porque la música blanca es una música extraña, a veces te desconcierta: se toca piano, y se baila despacio. Cuando la tocan bien, es como oír tocar el silencio, y a los que la bailan como dioses los miras y parecen inmóviles.
Mucho más que añadir, no hay. De pronto es mejor aclarar que se trata de una historia del siglo XIX: para que nadie espere encontrar aviones, lavadoras y psicoanalistas. No hay. Quizás, otra vez.

17 de octubre 2004



Plato. Sin más. No hay olas, no hay viento. Solo está el sol enfriando la arena. Para el fin de semana esperamos un buen baño con S y algo de mar. El surf en Galicia tiene estas cosas: En pleno mes de noviembre, plato. El mes de los maretones y las suradas. En agosto tuvimos S todos los días con olas de un cuerpo y ahora con el abrigo puesto mirando al mar. Manda carallo.

¡¡mira mamá, sin manos!!



Ayer en el baño. Si es que no se les puede dejar solos ni un momento, que después pasa lo que pasa. Esta foto la hicimos cuando le quitamos las ruedecitas laterales de la tabla, por eso se le ve un poco insegura.. No se porque me da que le va a picar le gusanillo del surf antes de lo que creo. Hola K. Idem.

10 de noviembre



Y ya están puestas las luces de Navidad. Así que... Feliz Navidad.

Mucho viento del N. (sí, todavía)

wild wild west

Damas y caballeros, con todos ustedes: The wedge.